Mi columna en DEIA, La agricultura no está reñida con la tecnología

DESCONOZCO QUE DESCONOZCOLa agricultura no está reñida con la tecnologíaPOR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 27 de Octubre de 2014 - Actualizado a las 06:03hLA última EPA (Encuesta de Población Activa) reflejaba que el paro disminuía en todos los sectores menos el agrícola, donde aumentaba en 24.200 personas más. Supongo que de una forma u otra se puede sobrevivir sin un smartphone o sin un coche, pero dudo mucho que seamos capaces de aguantar mucho tiempo sin comer un tomate o unas alubias de Gernika. La agricultura se define como el arte de cultivar la tierra pero creo que los avances tecnológicos han cambiado esta definición para acercarlo más a una ingeniería en la que tienen que convivir la sostenibilidad económica, la medioambiental y la social. Este reto sólo es posible incorporando las últimas tecnologías.El pasado verano tuve la suerte de que John Deere me invitara a ver algunos de estos avances que se han incorporado al sector agrícola. Al igual que en la Fórmula 1 la telemetría se ha incorporado en la maquinaría permitiendo realizar la siembra a la carta. Se recogen todos los datos sobre la calidad del terreno en todos los puntos, y al sembrar o fertilizar la maquinaría se adapta a las características del terreno. Además el sistema aprende cada año, pudiendo mejorar la cosecha, ahorrar en combustible y utilizar la cantidad justa de abono o semillas. Otro sistema que me sorprendió fue el de la vendimia mecanizada que incorpora sensores meteorológicos y ambientales que, junto con la información del enólogo sobre la calidad de la uva, el tipo de suelo, la salud de la uva y todas las variables que queramos tener en cuenta, es capaz de permitir a las máquinas recoger sólo la uva apropiada y separarla en distintas tolvas.Creo que el uso de la tecnología no está reñido con la producción agroecológica que tiene que incorporar las técnicas agrícolas y ganaderas mas avanzadas y mejorar la biodiversidad y estabilidad del medio en condiciones de calidad, salubridad y rentabilidad. En los países desarrollados está cada vez más extendido el uso de soluciones tecnológicas para lograr una agricultura sostenible que lleve a la máxima eficiencia en el uso de recursos naturales (agua, suelo, energía, fertilizantes) y que, además, ofrezca un ahorro de costes. Se trata, en suma, de duplicar el rendimiento sin multiplicar el uso de recursos.